Algunos pacientes presentan manchas blancas en los dientes no demasiado estéticas. Son debidas a la llamada HIPOPLASTIA del esmalte o hipoplastia dental, y básicamente son un efecto provocado durante el proceso de formación de los dientes –antes del nacimiento– en el que se ha producido una carencia de mineralización del esmalte o bien el esmalte dental no se ha formado correctamente.
Dependiendo del grado de hipoplastia, la afección puede adquirir diversos aspectos que pueden ir desde pequeñas manchas blanquecinas hasta grandes áreas de tinción color marrón pasando por cavidades a lo largo de la cara del diente –con el común denominador de que todos estos estos escenarios responden a una estéticas indeseable.–
El esmalte dental es una de las capas o niveles que conforman nuestros dientes y es esencial para la protección contra patógenos externos. Lógicamene, una alteración que provoca que tengamos menos esmalte de lo normal, hace que tengamos unos dientes más vulnerables y eleva el riesgo padecer caries, gingivitis, periodontitis, supuraciones, etc. Esto quiere decir que unos dientes con hipoplastia son unos dientes que precisan unos cuidados más exhaustivos, unos hábitos de higiene muchos más rigurosos y una alimentación más controlada para asegurar que reducimos el riesgo ante alimentos potencialmente dañinos.
La causa concreta de la hipoplastia parece estar en una exposición demasiado alta al flúor, sin embargo otras hipótesis apuntan a malnutriciones, infecciones, efectos secundarios de medicamentos, y hasta fiebres en el momento del desarrollo del esmalte. Aunque es una afección extendida sobretodo en niños pequeños, a veces también se producen en personas adultas, y las causas no están claras del todo. Para los casos más leves, se suele recurrir al blanqueamiento para igualar las diferentes tonalidades de los dientes, a la microabrasión para eliminar esos ronchones que pueblan la superficie del diente y al sellado detal para ayudar a proteger los dientes afectados. En casos más graves, la solución pasa por colocar coronas o carillas que den a nuestros dientes un aspecto totalmente nuevo.
Conviene tener en cuenta que la hipoplastia es más frecuente en dientes de leche, pero una presencia de hipoplastia en dientes de leche debe alertar al paciente sobre sus hábitos de cara a la erupción de los dientes definitivos. En cualquier caso, la hipoplastia es una afección que pone en riesgo no solo el aspecto sino también la salud de nuestros dientes y que conviene estar bajo vigilancia de profesionales. Si es tu caso, ¿por qué no te pasas a que te echemos un vistazo y te hagamos algunas recomendaciones? Recuerda que la primera consulta es gratuita.