En primer lugar, el gel que se aplica sobre el diente no provoca ningún tipo de desgaste en el mismo.
En segundo lugar, hay que estar preparado para sufrir de una cierta sensibilidad dental durante el primer día de la aplicación del blanqueador.
Este blanqueamiento no es definitivo. Es decir, si a lo largo de la vida se continúan ingiriendo sustancias que oscurecen los dientes, estos se verán afectados por las mismas.
Por otro lado, conviene saber que se puede repetir la sesión de blanqueamiento dental en muchas ocasiones a lo largo de la vida.
Además, para mayor efectividad es importante que durante la sesión de blanqueamiento se ingieran alimentos blancos o con pocos colorantes y continuarlo hasta 2 días después de la finalización del proceso.
En cuanto al precio, variará en función de si es un blanqueamiento interno o externo. Por eso, hay que consultarlo previamente con el dentista.