En la infancia de muchas de nosotras seguro que aún resuenan recomendaciones del estilo: «no comas caramelos que se te pican los dientes», y como corresponde a las buenas tradiciones, este dicho entraña mucha verdad.
Los más pequeños son igual o más vulnerables que los adultos a las caries precisamente por su pasión por el azúcar, a las bebidas azucaradas y a las golosinas, y su falta de consciencia para darse cuenta de que todos estos comestibles –no alimentos– son altamente perjudiciales. Tengamos en cuenta que la caries es la enfermedad dental más común con diferencia durante la infancia y pueden hacer aparición casi desde el mismo momento en que los primeros dientes hacen aparición. Si nos paramos a pensar cuándo son capaces los niños de incorporar el hábito de cepillarse los dientes entendemos por qué es tan importante evitar la ingesta de productos que contengan azúcar.
Conviene también recordar que la caries es el resultado del desgaste que la acumulación de bacterias provoca en nuestros dientes. Las bacterias generan ácidos que atacan las diversas capas de las que están formadas nuestros dientes y si no lo evitamos pueden provocar ennegrecimiento, molestias, dolores y hasta la total descomposición de las piezas dentales.
Evitar el azúcar es la medida más efectiva para prevenir la aparición de caries. La segunda gran medida es despertarles el sentido de la importancia de la higiene bucal desde que sea posible. Antes de que ellos sean capaces de llevar a cabo una correcta higiene bucal, se puede intentar mantener limpias las encías con gasas húmedas y los primeros dientes con pequeños cepillos adaptados a los dedos de los padres que en combinación con dentífricos especiales para niños pueden contribuir a mantener sus dientes libres de caries. Y la tercera gran medida para conservar el buen estado de salud bucodental de los niños es traerles a revisión cada 6 meses.
Si en la clínica detectamos hábitos o circunstancias proclives a la aparición de caries, podemos optar –cuando ya hayan aparecido los molares– por sellar las caras oclusales para evitar la acumulación de placa bacteriana.
Las caries en los niños son un tema doblemente importante, porque no solo afectan a la salud y la imagen de sus dientes de leche, sino que además pueden acabar afectando a la erupción de los dientes definitivos.
La caries es el enemigo, y nuestro mejor aliado para combatirla es tener buenos hábitos alimenticios, buenos hábitos de higiene y buenos hábitos de monitorización a través de la ayuda de nuestros profesionales. ¿Por qué no os pasáis para que echemos un vistazo al estado de sus dientes? La primera visita es completamente gratuita y saldréis mucho más tranquilos.
¡No gusta verles sonreír!