¿SABES LO QUE ES LA PIORREA? ¿LA SUFRES? ¿SABES CÓMO TRATARLA?

Verdaderamente su  horrible nombre hace justicia a la gravedad de la enfermedad a la que se refiere. También se la conoce como periodontitis y no se oye  hablar mucho de ella pero es bastante más común de lo que nos pensamos.  

Ya os imagináis por la foto que se trata de una enfermedad que afecta a las encías  y al resto de tejidos encargados de sujetar  los dientes. Lo  que resulta verdaderamente grave es que se trata de una enfermedad irreversible. Por eso es muy muy importante  prevenirla. Tengamos en cuenta que se trata de la enfermedad que más pérdida de dientes  provoca.

Para que la piorrea no aparezca es fundamental mantener unos buenos hábitos de higiene y limpieza bucodental. Y, como siempre decimos, una buena salud pasa por lo cinco pasos mágicos: cepillado, hilo dental, enjuagues, irrigación y visitas frecuentes a nuestra clínica.

La piorrea tiene su antecedente directo en la inflamación e infección de encías. Las encías son el indicador de nuestra salud, y si cuando presentan mal aspecto no las tratamos, entonces podemos prepararnos para padecer esta desagradable enfermedad.

El causante directo de la piorrea es la placa bacteriana, la misma que también provoca caries y sarro. Los desechos de las bacterias que anidan en nuestros dientes todos los días, si no son eliminados acaban con nuestros dientes y también con nuestras encías. Además también provocan mal aliento. Empiezan atacando a las encías, y poco a poco ganan terreno hasta provocar la recesión de encías, sangrados, inflamaciones, dolor, la movilidad de los dientes y  finalmente  la pérdida de estos. Si además de unos malos hábitos de higiene también fumamos, padecemos diabetes, o estamos sometidos a tratamientos con fármacos entonces las probabilidades de sufrir periodontitis es mucho mayor.

El síntoma más claro de la piorrea es una recesión exagerada de la encía que comienza a dejar expuesto el diente en dirección a la raíz. Cuando más diente está expuesto menos sujeción tiene, más movilidad empieza a presentar y más rápidamente alcanzaremos su pérdida definitiva. Este proceso va acompañado de inflamación y enrojecimiento de la encía, dolor, hipersensibilidad e incluso cambio de posición de los dientes y sangrado.

Aunque la enfermedad es irreversible existen tratamientos. Todo depende del estado en que  se encuentre la enfermedad. Lo primero siempre es limpiar a fondo toda la zona, incluyendo raspado y alisado. En ocasiones es necesario limpiar el sarro de las encías mediante intervención quirúrgica. Y en casos muy avanzamos, para poder reconstruir la encía perdida, hace falta optar por injertos. Si la piorrea ya se ha cobrado algún diente se puede pensar en implantes siempre en función de la calidad y el estado del hueso en el que pondría. Estas medidas contienen el avance de la enfermedad y hasta cierto punto reconstruyen sus daños, pero ojo, si no se camia de hábitos, en pocos meses el problema puede volver a regenerarse.

Teniendo en cuenta además que la piorrea puede llegar a ser contagiosa, hay innumerables razones para cuidar la salud bucodental desde este  preciso momento. Ya no es algo que te afecta solo a ti, a tu salud, a tu imagen, sino también a la de las personas que te rodean y comparten vida contigo.

Si crees que tienes una encías que presentan un proceso recesivo, pásate cuanto antes a vernos para que podamos valorar y tomar medidas inmediatamente. Te  garantizamos que saldrás con una sonrisa.