Por qué se te desgastan los dientes, por qué te duele la cabeza, por qué tienes dolores cervicales, por qué tienes los dientes hiper sensibles, por qué te salen llagas, herpes, o inflamanciones de encías… ¡POR EL ESTRÉS!
Parece que hablar de estrés es como hablar del aire que respiramos pero… ¡NO DEBERÍA SER ASÍ! El estrés es una sobrecarga, es un exceso que presiona nuestro sistema, nuestra mente y también nuestro cuerpo hasta provocar daños. Es algo realmente dañino a medio largo plazo y por supuesto, un aspecto muy vulnerable al estrés es nuestra salud bucodental.
El estrés provoca bruxismo, rechinar de dientes, apretar la mandíbula consciente o inconscientemente; y el bruxismo deviene desgastes prematuros de dientes, dolores maxilares, fisuras en los dientes, dolores de cabeza… Sus consecuencias son muchas.
También provoca que descuidemos los hábitos de cuidado diario y por lo tanto que nuestra higiene se resienta: inflamación de encías, sangrados, movilidad dental, etc.
Las aftas, llagas o herpes también pueden aparecer cuando nuestras defensas disminuyen como consecuencias del estrés ¡y hasta caries! El estrés hace que produzcamos menos saliva y con ello aumenta la vulnerabilidad a padecer infecciones y a padecer caries.
Razones sobran para tomarnos la vida con la calma que corresponde. Hacer ejercicio, socializar, practicar la relajación guiada, cuidar el sueño, comer sano y bien, y cuidarse en general contribuye a disminuir el estrés de nuestro día a día. Si crees que el estrés está afectando a la salud de tu boca, no dudes en venir a visitarnos y por favor no descuides tu higiene diaria. Recuerda que nos encanta verte sonreír.