Tras la colocación de carillas se puede decir que estrenas sonrisa y también has de estrenar hábitos. Estarás de acuerdo con nosotras en que algo tan deseado como unos dientes perfectos bien merecen todo el cuidado que podamos proveerles.
Para los que aún no lo sepan, las carillas son unas laminillas de porcelana con la forma y el aspecto de unos dientes ideales y que van adheridos a la cara exterior del diente directamente sobre el esmalte. Su uso se recomienda para todos aquellos casos en que se desea y se puede mejorar el aspecto de una sonrisa, sus resultados son fabulosos y sus cuidados son importantes pero también relativamente sencillos.
Las carillas están fabricadas de una porcelana fina aunque resistente y de gran durabilidad. Sin embargo, sin un correcto cuidado, es probable que arruinemos su sorprendentes resultados.
Básicamente, las carillas precisan revisiones frecuentes para comprobar que su aspecto, su limpieza, su posición y sus funciones oclusales, articulares y neuromusculares son correctas tras su cementación. Con unos hábitos de higiene diarios y bien ejecutados, estos aspectos no deberían ser un problema en ningún caso. nada más colocarlas y durante los treinta días posteriores este seguimiento debe ser exhaustivo. Ese es el tiempo que estimamos que hace falta para completar el periodo de adaptación. En estos primero días es muy recomendable evitar la ingesta de alimentos o muy fríos o muy calientes o muy duros.
Tanto en estos días como más a lo largo del tiempo tampoco es recomendable el consumo de sustancias o alimentos capaces de teñir la porcelana de nuestras carillas, tales como refrescos de cola, té, café, tabaco, frutos rojos o colorantes por el estilo.
Ojo también con los frutos secos y demás alimentos extra duros que pueden poner en riesgo nuestros nuevos dientes. Ni que decirse tendría que mejor no llevar a cabo acciones o usos que pongan las porcelanas de las carillas a prueba. Nos referimos a usar los dientes como herramienta de aprisionamiento o corte de cualquier cosa que no sea comida. Y si ere de los que disfruta masticando hielo, mordiendo bolis, destrozándose las uñas, etc, esta una perfecta ocasión para cambiar de hábitos.
Si acabas de colocarte una carillas, no debería sorprenderte que durante los primeros días ejecutemos algunos pequeños cambios que hemos visto que son necesarios mediante pequeños pulidos o acabados sobre las formas o las superficies.
Otro aspecto esencial es el estado de las encías y los tejidos que rodean a los dientes que hemos tratado. Desde el primer día su aspecto debe presentar un buen estado. Pequeñas inflamaciones, acumulaciones de placa o molestias son razón suficiente para venir a que te echemos un vistazo a las carillas.
Recuerda cepillarte correctamente los dientes, usar seda dental, irrigador bucal y también enjuagues. Las carillas son inmunes a las caries pero no así el diente que la soporta. Considera también la opción de usar una férula de descarga tanto para dormir como para practicar deportes. Y por favor, por favor, vena. visitarnos como mínimo una vez cada seis meses para estar todos seguros de que las carillas cumplen perfectamente su cometido sin ningún inconveniente.
¡Recuerda que nos encanta verte sonreír!