No es raro. Tres cuartas partes de la población mayor de 35 años sufre algún tipo de. patología en las encías. Y eso que solo nos preocupamos por ellas cuando ya las sentimos inflamadas o directamente sangran. Las encías son esenciales, y debemos cuidarlas tanto como a los dientes. De hecho, en gran medida, es en las encías donde podemos medir nuestro nivel de salud en la boca. Las encías han de tener buen aspecto: sonrosada, con piel de naranja, sin sangrado, amplia en su zona de cobertura del diente (es decir, no retraída), sin olor y resistente al roce. Si tus encías están inflamadas, molestan en algún sentido al roce o la presión, supuran algún tipo de líquido o sangre, están coloradas, están demasiado lisas, huelen o directamente no sujetan bien el diente… entonces es momento de que vengas a que te echemos un vistazo.
Las encías se cuidan con una correcta higiene diaria, los famosos 5 pasos de la rutina: cepillado, seda dental, limpiador lingual, irrigador bucal y enjuagues. Es imprescindible eliminar la película de bacterias que cada día crece en nuestros dientes y encías. Si a estos cinco pasos sumamos una visita al dentista cada 6 meses podemos estar seguros de que mantendremos las afecciones de encías a raya. Piensa que hay estadios de mantenimiento de la salud que no puedes llevar a cabo en casa porque precisa de técnicas avanzadas. Si descuidas tus encías, lo más normal es que ciertos síntomas den paso a una gingivitis que puede derivar en periodontitis y con ello poner en riesgo la vida del diente.
Así que ya sabes. No debes de mirarte el estado de tus encías y ven a vernos en cuanto tengas alguna duda. La primera visita es gratuita y nos encantará atenderte para que salgas de aquí con una espléndida sonrisa. ¡Nos gusta verte sonreír!